Hagamos Memoria

Enero de 1994. Alejandro Romay decide que es el momento de que Samuel "Chiche" Gelblung, periodista con uno de los currículums-prontuarios más extensos de la gráfica vernácula, debía hacer su desembarco con programa propio en la pantalla de Canal 9.
Chiche era un hombre que había pasado por las revistas más conocidas, siendo director de Gente durante varios años. La anécdota más famosa de su carrera se remonta a sus inicios, cuando debió cubrir una noticia sobre la mortandad de peces causada por unas pruebas nucleares en el Pacífico. Cuenta la leyenda que cuando llegó al lugar la marea ya se había llevado a los vertebrados acuáticos Dios sabe dónde, por lo que su nota quedaría frustrada. Su ingenio periodístico, combinado con las bajas dosis de ética que circulan por su sangre y sazonado con algo de humor negro, lo llevaron al mercado más cercano, donde compró algunos pescados, que luego arrojó en el lugar del hecho para poder tomar las fotografías.
Romay comprendió que un personaje de estas características no podía estar fuera de la pantalla, y no se equivocó. En este avance del primer programa del ciclo, el señor de los pescados dirigió por primera vez el dedo índice hacia su sien, pronunciando la palabra Memoria, creando así una marca registrada en el periodismo televisivo. Desde un principio, nutrió al ciclo con temas que fueron sus grandes obsesiones, como la supuesta hija de Perón, casos policiales insólitos, drogas, homosexualidad y algún que otro dato de color.



¿Y esa mujer a su lado?
Silvia Fernández Barrio (sin s final, como muchos creen) vivió su momento de gloria televisivo cuando se convirtió en una de las dos "caras de la verdad" de Nuevediario, en los años ochenta. Su carrera se opacó por una mano negra (bah, desconocemos si era de ese color) que le tocó la cola mientras ella cubría un móvil del noticiero de ATC en el atentado a la Embajada de Israel. Sus gritos e insultos salieron al aire mientras los bomberos pedían silencio para encontrar cuerpos debajo de los escombros.
Cuando Romay pensó en Gelblung para un programa de TV sabía que necesitaba otra cara, mucho más reconocible, para apuntalar el ciclo. Así fue que durante los primeros meses Memoria tuvo a estos dos conductores.
Los obreros que demolieron los viejos estudios de Canal 9 de la calle Gelly cuentan que todavía retumbaban en esas paredes los gritos que intercambiaron estos dos peridistas, cuestión que obligó a que ella tuviera que dejar el programa.
Como bonus track de este racconto, una promo de Videoshow, un programa que a principios de los 80 condujo por el Canal 9 previo a Romay: