sábado, 31 de enero de 2009

El muñeco (del jingle) maldito

Escuchar determinadas melodías del pasado puede ser un juego demasiado peligroso y las consecuencias pueden resonar durante días dentro de nuestras cabezas. Para los que mirábamos dibujos animados en los 80, era inevitable padecer en las tandas esta inefable cancioncita: Mi Bebé de Yoly-Bell, la del muñeco del jingle maldito.

10 comentarios:

Esteban dL dijo...

en los 90's, recuerdo esta propaganda... es una incitación a que te amasije la mierda esa...

Dm-Mafioso dijo...

nooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo ahora voy a soñar que viene mi bebe de yolly-bell y me come.

Santiago dijo...

La puta maaaaaaaaaaaaadreeeeeeeeeee!!!!!
Ahora quien me saca esta canción de mierda de mi cabezaaaaaaa????????????

Santiago dijo...

Una duda: Yoly-Bell es porque el bebe en realidad se llama Yolanda Bella?

Anónimo dijo...

cuantas tardes habre soportado este comercial durante las tandas de telejuegos en ATC. Tengo unas cuantas primas de mi edad las cuales tenian este tipo de muñecas "malditas" las cuales parecian gigantes al lado de ellas. Mi primas se referian a tales como "Bebotes".

Anónimo dijo...

cual vendria a ser el "hermoso mechoncito"?
que cosa mas espantosa.

El rincòn de mi niñez dijo...

A mí me fascinaba.
De hecho en el año 83 (tenía 15 años )y me compré uno.Lo bautizé Johnny como un ex menudo jajaja y bué che!!!eran otras épocas.
Un beso.Y como siempre cuantos recuerdos por acá eh!!!

Anónimo dijo...

Creo que la seguian dando hasta hace poco esa propaganda.

che loco decime que tenes la de tamy y la fabrica de helados para hacerlos con postres exquisita. si la posteas sos dios

Anónimo dijo...

NOOOOOOOOOOOOOOO esto es peor que tener hemorroides! Ahora estoy destinado a vagar por la tierra atormentado sin sesar por los desafinados alaridos de la nena que "canta".

Anónimo dijo...

NOOOOOOOOOOOOOOO esto es peor que tener hemorroides! Ahora estoy destinado a vagar por la tierra atormentado sin sesar por los desafinados alaridos de la nena que "canta".