Amor fraternal

Hacía varios años que Pimpinela ya venía sonando fuerte en toda latinoamérica, por lo que la noticia de que en 1989 los hermanitos Galán fueran convocados para grabar una telenovela no sorprendió a nadie. Lo que hubiera sorprendido y escandalizado es que Lucía y Joaquín protagonizaran una historia de amor entre hermanos. Gracias a la Virgen prevaleció el sentido común y el buen gusto y el recurso fue el de la clásica historia de dos hermanos separados por la fatalidad y que luchan por encontrarse.
El duende azul, financiada con capitales internacionales, comenzaba con un flashback de dos hermanitos (sus nombres, Lucía y Joaquín... "para qué vamos a andar con vueltas y eufemismos, llamemos a los personajes con los nombres reales", habrá dicho alguno de los productores) que viajaban en un barco por el Río de la Plata junto a su madre. Como si estuviera llamando a la desgracia, la mujer les entrega a cada uno un colgante con un "duende azul" (sí, el del título de la novela), aduciendo que éste objeto les traería buena suerte. No pasan cinco segundos de este emotivo ritual, que el barco en el que viajan sufre un terrible incendio (escenas que habrán inspirado años despues a James Cameron en Titanic). Este infortunio marcará la separación de los hermanitos y la historia avanzará 20 años, con ambos personajes ya adultos y cantantes.
Un detalle de color es que la niña que hace de Lucía Galán versión 5 añitos no es otra que Gabriela Allegue, una de las futuras "chancles" de Grande, Pá.
La novela fue transmitida por Canal 9 en 1990, en el horario de las 18, reemplazando a la exitosa tira La extraña dama.